Día 1
Consagrar un Ayuno: ¿Qué es el Ayuno?
El ayuno es una disciplina espiritual que nos llama a negar los deseos de nuestra carne y llenarnos de Dios, de Su Palabra y de Su presencia. Desbloquea la actividad sobrenatural y la sensibilidad espiritual. ¡El ayuno no es un tiempo de vacío sino de abundancia espiritual!
Ayunamos para acercarnos a Dios y magnificar sus deseos por encima de los nuestros. Así crecemos espiritualmente. Escuchas a Dios cuando ayunas. No es vivir de la comida, sino vivir de Su palabra.
Jesús modeló una vida de oración y ayuno.
El Espíritu Santo guió a Jesús al desierto para ayunar y antes de comenzar Su ministerio, ayunó.
Durante los próximos 40 días, vamos a desglosar lo que hace el ayuno y por qué lo hacemos. Hablaremos sobre cómo el ayuno crea intimidad, nos alinea con la perfecta voluntad de Dios y facilita el camino para los milagros y el poder.
Si aún no lo has hecho, nombra tu ayuno.
¿Por qué estás ayunando? Pregunta a Dios. Pídele una palabra o una frase a la que aferrarte este año y durante esta época de ayuno.
Pregúntale cómo quiere que sea tu postura en este ayuno? y en 2023.
¿Cómo quiere Él que salgas de este ayuno? Escriba las respuestas y aférrese a las palabras que dice al respecto.
Oración: Dios, me comprometo y consagro estos próximos 40 días a ti. Te ofrezco estos 40 días como sacrificio mientras te entrego mi carne. Guíame mientras ayuno. Creo que tu poder se perfeccionará a medida que debilite mi carne. No guardo nada durante estos próximos 40 días. Enséñame tus caminos, Señor, y hazme más como tú. Antes de pedir nada, solo quiero estar cerca de ti. Ayúdame a crecer espiritualmente durante este tiempo.
En el nombre de Jesús,
Amén.
Escrituras:
Romanos 12:2 NVI
No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestra mente, para que comprobando podáis discernir cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.
Mateo 4:1-4 NVI
La Tentación de Jesús
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
Y después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y acercándose el tentador, le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en hogazas de pan. Pero él respondió: «Escrito está:
“No sólo de pan vivirá el hombre, sino por toda palabra que sale de la boca de Dios.”
Deuteronomio 9:9-11 NVI
Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el SEÑOR hizo con vosotros, estuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches. No comí pan ni bebí agua. Y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios, y en ellas estaban todas las palabras que Jehová os había hablado en el monte de en medio del fuego el día de la asamblea. Y al cabo de cuarenta días y cuarenta noches me dio el SEÑOR las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.
Esdras 8:21 NVI
Entonces proclamé un ayuno allí, junto al río Ahava, para que nos humilláramos ante nuestro Dios, para pedirle un viaje seguro para nosotros, nuestros hijos y todos nuestros bienes.
Gálatas 5:16 NVI
Pero yo digo, andad por el Espíritu, y no satisfaréis los deseos de la carne.