Ayuno
El ayuno restablece nuestras mentes, corazones y apetitos en las cosas del Señor.
¿Por qué ayunamos?
El ayuno es una disciplina espiritual que nos llama a negar los deseos de nuestra carne y a llenarnos de Dios, de Su Palabra y de Su presencia. El ayuno no es un tiempo de vacío, sino de abundancia espiritual. Ayunamos para acercarnos más a Dios y magnificar Sus deseos por encima de los nuestros.
El ayuno es una de las herramientas más poderosas a las que tenemos acceso. Es una asociación directa con el Espíritu Santo para extinguir nuestra carne y llevarnos profundamente a la voluntad de Dios. En Mercy Culture, constantemente le damos al Espíritu Santo todo el lugar. Al ayunar, estamos creando permanentemente espacio para que el Espíritu Santo trabaje en nuestras vidas, sustituyendo las cosas carnales por el Espíritu Santo. Es una manera de tocar el cielo. Piensa en ello como una limpieza de primavera para tu espíritu.
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Pregúntale a Dios qué tipo de ayuno debes hacer y por cuánto tiempo.
Duración del ayuno:
La duración de un ayuno siempre tiene un significado espiritual. No importa si es un ayuno extendido de 40 días o un ayuno de un día. Ambos son capaces de traer profunda sanidad espiritual, libertad, liberación y revelación. La clave es la postura de tu corazón y rendir tu carne para ser reemplazada por el Espíritu Santo.
Tipo de ayuno
Debemos buscar la sabiduría del Señor sobre qué tipo de ayuno debemos hacer y para qué estamos ayunando. Si te sientes estancado o como si no estuvieras escuchando al Señor, presta atención a lo que te distrae en tu vida. ¿Te distraen las redes sociales de escuchar a Dios? Empieza por ayunar de las redes sociales. ¿Anhelas una taza de café más que pasar tiempo con el Señor? Ayuna café/cafeína. A veces no sabemos por dónde empezar, pero es importante comenzar por algún lado. A veces sólo empezar crea el espacio para escuchar específicamente del Señor. El Señor te dirigirá a medida que avanzas. La única responsabilidad que tenemos es ser obedientes.
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Aparta y reserva tiempo adicional para la oración y la adoración. Limita los planes excesivos y proteje el tiempo que has apartado. Despreocúpate.
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Invita al Espíritu Santo a tu ayuno diario. Si quieres reemplazar tu carne con la voluntad de Dios, entonces invítalo a ese espacio. Él se asociará con nosotros y nos dará la fuerza para superar el ayuno. Filipenses 4:13 dice: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece".
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No esperes que Dios se mueva de la manera que tu quieres verlo moverse. En tu lugar, habita en la anticipación de Él moviéndose.
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Pregúntale a Dios cómo debería llamarse tu ayuno. Cuando asignas un nombre a tu ayuno, ¡estás poniendo una demanda de fe en Dios!
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Un ayuno no es una dieta. El ayuno requiere que nos inclinemos hacia encuentros personales diarios. Toma tiempo para orar, adorar, y leer la Palabra. Mientras estas teniendo hambre en tu carne, ¡estás alimentando tu espíritu!
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No te jactes de tu ayuno.
"Entonces nadie se dará cuenta de que ayunas, sino tu Padre, que sabe lo que haces en privado. Y vuestro Padre, que todo lo ve, os recompensará". Mateo 6:18
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Ayunar es tomar terreno en ti para el reino de Dios, y el enemigo lo odia. No te desanimes ni te sorprendas si se pone difícil o si estas siendo tentado. Incluso Jesús fue tentado. (Lucas 4:1-13) Apóyate en la palabra y pide ayuda al Espíritu Santo. Los beneficios del ayuno siempre serán mayores que la tentación.
Tampoco te desanimes si fracasas. Dios extiende su gracia. Si cometes un error, ¡empieza de nuevo!
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¡El rompimiento puede venir después del ayuno! Aunque tu no lo veas, ¡Dios se está moviendo!
Hebreos 11:6- "Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque todo el que se acerca a él debe creer que existe y que recompensa a los que lo buscan fervientemente."
¡Consigue el plan de ministerio de Ayuno!
Aprende cómo otros se conectan con Dios a través del Ayuno.
Crece en cómo te conectas con Dios
Aprender cómo nos conectamos con Dios nos muestrara cómo podemos entrar en Su presencia diariamente. Aunque tengas una mejor manera de conectarte con Él, puedes conectarte con Dios de todas las maneras. Usa esta guía para ayudarte a crecer en la conexión con Dios a través del Ayuno, combinándolo con tu forma favorita.
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Ayuno + Adoración
En tu tiempo diario con el Señor, exáltalo por encima de lo que te niegas a ti mismo. Pasa tiempo declarando que Él es santo y digno de tu alabanza. Adoramos al Señor por lo que Él es, no en respuesta a nuestros sentimientos. Serás tentado, pero usa esa tentación como un recordatorio para poner sus ojos en el Señor. Mientras ayunas, no importa lo que sientas o lo que te falte, Él sigue siendo digno de tu alabanza.
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Ayuno + Meditación
Sumérgete en la presencia del Señor mientras ayunas. Reflexiona sobre lo que Él podría estar pidiéndote que retengas durante tu ayuno y asegúrete de meditar en las Escrituras en lugar de esas cosas, ya sea comida, redes sociales o cualquier otra cosa. Se intencional al llenarte del Señor y su presencia, y no para permanecer vacío.
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Ayuno + Creación
Mientras ayunas, asegúrate de pasar tiempo en la creación de Dios. Explora una nueva zona al aire libre por cada nuevo ayuno que comiences. Si es posible, encuentra al Señor en ese nuevo espacio durante cada ayuno y permítalete ministrarte a través de Su creación. No permitas que tu ayuno te mantenga encerrado en tí mismo, sino que salgas, respires el aire fresco y vayas en una aventura con el Señor, aunque sea a la vuelta de la esquina.
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Ayuno + Movimiento
Cuando ayunes comida, deja que el Señor sea tu fuente de energía para todas las formas de movimiento. No dejes que ninguna restricción te impida conectarte con Dios de la manera en que fuiste creado. Él no te habría hecho conectar con Él a través del movimiento si tuvieras que permanecer quieto durante un ayuno. Deja que tu movimiento ministre al Señor y te llene. ¡Él te sostendrá.
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Ayuno + Expresión
Busca en el corazón del Señor lo que vas a crear en tu tiempo de ayuno. Deja que tu expresión sea un sacrificio y un trabajo para el Señor y sólo para Su nombre. Mientras ayunas y suprimes tus propios deseos, pasa tiempo en la presencia del Señor, magnificando Su espíritu y permitiendo que Él sea guiandote en tu expresión creativa. Estes dispuesto a ayunar una cierta expresión creativa o explorar una nueva salida creativa como Él quiere guiarte. Recuerda, tú no eres tu expresión. ¡Le perteneces al Señor!
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Ayuno + Conversación
El Señor quiere saber de ti durante tu ayuno. Permítele escuchar cómo te sientes, tus emociones, lo que está en tu mente, por lo que estás luchando, y cualquier otra cosa que surja en tu espíritu. Apóyate en tus encuentros diarios con Él y no dejes pasar ni un momento para hablar con Él. Deja espacio para escuchar Su voz. Incluso si no escuchas nada, no asumas que Él no está escuchando. Hay un propósito en Su rugido así como hay un propósito en Su silencio.
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Ayuno + Soledad
Quédate a solas con Dios. Ten un lugar de encuentro regular con el Señor durante tu ayuno. Estar con Él sin otra razón que empaparse de Su presencia. Cuando estés ayunando, no dejes que otras distracciones llenen los espacios que has reservado para el Señor. Deja que Él te vea plenamente en el silencio. No le ocultes nada. No temas lo que Él pueda revelarte en tu tiempo de ayuno. Es en nuestra debilidad que Él es magnificado.
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Ayuno + Aprendizaje
Apóyate en tus preguntas durante el ayuno. Ahora es el momento de preguntar y buscar el corazón de Dios. Asegúrate también de tomar tiempo para poner a un lado las cosas que quieres preguntarle y descansar en Su presencia, sin otra razón que simplemente estar con Él. Él se deleita en tus preguntas y en estar contigo. Cuando te encuentres con el Señor cada día, pregúntale qué hay en Su corazón para que aprendas ese día. Deje que Él te guíe en su búsqueda por aprender y conocer más acerca de Él.
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Ayuno + Reforma
El ayuno es una de las maneras en que un reformador puede poner sus oraciones en acción. Pregúnteale a Dios por qué cargas específicas quiere que tu ayunes. Suplica al cielo durante el ayuno. Deja que el Señor sea tu guía para el tipo de ayuno que debes hacer y por cuánto tiempo. Apóyate en tus encuentros diarios. Pregúntale a Dios si hay alguna acción específica que Él quiere que tu tomes durante este ayuno. ¿Deberías hacer caminatas de oración cada día? ¿Hay algún lugar específico en el que Él quiera que tu corazón se comprometa? Sé flexible y deja que Él te guíe.
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Ayuno + Recuerdo
Use las victorias pasadas que has experimentado con Dios como combustible para tu crecimiento espiritual. Él lo ha hecho antes y lo hará de nuevo. Tómete el tiempo para explorar lo que Dios ha hecho a lo largo de la Biblia y plantar tu fe en las escrituras que el Espíritu Santo destaca. Recuérdale a Dios lo que ha hecho en el pasado orando las escrituras y poniendo tu fe en que actúe como lo hizo una vez. Pregúntale al Espíritu Santo qué acontecimientos de la Biblia se relacionan con tu ayuno y qué debes sacar de ellos.
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Ayuno + Compasión
El ayuno permite que Dios nos llene de compasión para que podamos derramarla sobre los demás. Mientras ayunas, apóyate en el corazón de Dios para ti y para los demás. No podemos ser las manos y los pies de Jesús cuando trabajamos en nuestra carne. Ayunar es una manera de reemplazar la carne y permitirnos ser una representación más exacta de Jesús para aquellos a quienes ministramos.