Día 21

Ayuno + Meditación

El ayuno quizá no es tu forma típica de conectarte con Dios, pero podemos conectarnos con Él de muchas maneras.

En tu tiempo con Dios hoy, empápate de la presencia del Señor mientras ayunas. Reflexiona sobre lo que Él podría estar pidiéndote para retener durante tu ayuno y asegúrete de meditar de esas cosas y en las Escrituras en un lugar, ya sea comida, redes sociales o cualquier otra cosa. Te retienes durante un ayuno para llenarte del Señor, no para quedarte vacío. Llénate hoy del pan de vida. Toma un tiempo adicional para meditar y procesar la palabra de Dios.

 

Oración:
Espíritu de revelación, abre mis ojos. Tu palabra es viva y eficaz. Tu palabra es mi pan de cada día. Úsalo para hablar conmigo. Medito en tus palabras y en tus caminos. Viviré y meditaré en cada palabra que salga de tu boca. Me lleno hoy de tu palabra y te agradezco que nunca vuelva vacía. Amén.

 

Sagrada Escritura:

Hebreos 4:12 NVI

12 Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos,[a] y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.


Isaías 55:11 NTV

Es lo mismo con mi palabra. Yo la envío, y siempre da fruto. Cumplirá todo lo que yo quiera y prosperará dondequiera que lo envíe.

  

Salmos 63:5-8 NVI

Mi alma quedará satisfecha
    como de un suculento banquete,
y con labios jubilosos
    te alabará mi boca.

En mi lecho me acuerdo de ti;
    pienso en ti toda la noche.
A la sombra de tus alas cantaré,
    porque tú eres mi ayuda.
Mi alma se aferra a ti;
    tu mano derecha me sostiene.

 

Mateo 4:4 NVI

Jesús le respondió:

—Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.[a]

Salmos 77:12 NVI

Meditaré en todas tus proezas;
    evocaré tus obras poderosas.

Salmos 119:15-16 NVI

En tus preceptos medito,
    y pongo mis ojos en tus sendas.
16 En tus decretos hallo mi deleite,
    y jamás olvidaré tu palabra.

Josué 1:8 NVI

Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.

 

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