Día 24

Colaborando con la Perfecta Voluntad de Dios

A menudo, anhelamos asociarnos con la perfecta voluntad de Dios. Jesús nos enseñó a orar por la perfecta voluntad de Dios en Mateo 6:10, “Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. En Mercy Culture oramos esto todos los días y ayuda a mantener nuestro corazón inclinado a la perfecta voluntad del Señor. A veces tenemos un encuentro con el Espíritu Santo y nuestros ojos están abiertos a la voluntad del Padre, pero parece intimidante o imposible. Solo recuerda, como Jesús dijo en las Escrituras, todo es posible con Dios. Podemos quedar atrapados comparando lo que escuchamos espiritualmente con los versos de lo que nuestra carne es capaz, pero las Escrituras dicen que Dios nos levantará / entrenará para ser fieles a Su voluntad. El ayuno es una forma en que podemos asociarnos con la voluntad perfecta de Dios cuando nuestra carne está en el camino. Al ayunar, negamos el hambre de nuestra carne y alimentamos nuestro espíritu. En otras palabras, creamos más espacio para el Espíritu al negar nuestra carne.

Tóma un tiempo hoy para sentarse con el Señor y hacerle las siguientes preguntas y escuchar su respuesta:

Padre, ¿cuál es tu perfecta voluntad para mi vida y este ayuno?

Espíritu Santo, ¿hay algo en mi vida que no esté alineado con tu perfecta voluntad?

¿Me mostrarías y me enseñarías cómo ser fiel a Tu voluntad específicamente con este ayuno?

Oración:

Señor, me levantarías para ser fiel a tu perfecta voluntad. ¿Usarías este ayuno para limpiar cualquier parte de mi carne que me impide caminar en tu voluntad? En las Escrituras dijiste que todo es posible contigo. Señor, a medida que ayuno para acercarme más a Ti, quisieras llenarme con Tu espíritu. Espíritu Santo te invito a entrar en cada espacio de mi mente y de mi cuerpo. Mientras continúo ayunando, ¿reemplazarías la carne sometida con tu espíritu? Anhelo estar más cerca de ti y caminar en tu perfecta voluntad cada momento de mi vida. ¿Me levantarías para ser un sacerdote fiel, que hará de acuerdo con lo que está en tu corazón y en tu mente? ¿Podrías establecer firmemente mi casa y guiarme para ministrar ante ti siempre? Amén.

  

Sagrada Escritura:

Mateo 6:10 NVI

venga tu reino,
hágase tu voluntad
    en la tierra como en el cielo.

 

Mateo 19:26 NVI

26 —Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, más para Dios todo es posible.

 

1 Samuel 2:35 NVI

35 »Pero yo levantaré a un sacerdote fiel, que hará mi voluntad y cumplirá mis deseos. Jamás le faltará descendencia, y vivirá una larga vida en presencia de mi ungido.

Romanos 12:2 NVI

No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.

Previous
Previous

Día 23

Next
Next

Día 25